Más Cine Boliviano

Álvaro Olmos refleja la intimidad de una prisión
La Prensa

San Antonio es el nuevo documental boliviano que se exhibirá en la Cinemateca y en el Multicine.

09/05/2012   El documental San Antonio, del director cochabambino Álvaro Olmos, cuenta las historias de tres reclusos y las condiciones en las que viven en su actual residencia. El estreno para el público de esta nueva producción boliviana será mañana en la Cinemateca Boliviana y en el Multicine de la ciudad de La Paz.
La realidad tras las rejas. La película refleja la vida de tres habitantes de la cárcel más pequeña de Bolivia, cuya capacidad es sólo para 30 reos, aunque en ella coexisten más de 500 personas. Olmos afirma, “la primera vez que entré al penal de San Antonio, en mayo de 2007, no fue para hacer un documental, fue más bien para crear una ficción. Sin embargo, a medida que visitaba el lugar y conocía a la gente que vive ahí, muchas sensaciones e ideas cruzaban por mi cabeza”.

Tras escuchar testimonios de los internos, decidió rescatar tres (Ramón, Guery y Sergio). “Me parecía que tenían carisma, sinceridad y apertura constante para contar su propia historia. A medida que pasaba el tiempo, las imágenes y los personajes que filmaba iban cobrando vida, cinematográficamente hablando. Cada una de las historias y los personajes construían su propio escenario y narraban su propia historia”. Después de más de 100 horas de grabación hasta el año 2010, “estábamos seguros de que teníamos en nuestras manos una gran película”.

PRESUPUESTOS Y PRODUCCIÓN. San Antonio es un proyecto independiente de bajo presupuesto, sobre todo para el mercado internacional, una coproducción boliviano argentina que costó alrededor de 70.000 dólares.

Según Olmos, “la parte final del rodaje de la película y la totalidad de la postproducción fue pagada gracias a un fondo que ganamos en Argentina, es un fondo de apoyo gracias a nuestra condición de coproducción; todo lo previo fue pagado con recursos propios”.
El documental revela una increíble ciudad en miniatura donde los presos pueden vivir con sus familias, montar sus propios negocios, legales o no, sin que al Estado o a la sociedad parezca importarles demasiado.
“Son varios mensajes sobre la sociedad, el olvido y la frustración, la película muestra que las cárceles son una parte de nosotros que negamos y ocultamos, pero que en el fondo es la esencia de quienes realmente somos”.
Álvaro Olmos / DIRECTOR
Sinopsis del documental. Tres historias, contadas en paralelo, estructuran la película. Una es la de Ramón, un preso por narcotráfico que se disfraza de payaso para los niños de la cárcel. Otra es la de Sergio, un pandillero acusado de doble homicidio que espera su juicio mientras hace tatuajes, vende droga y graba un disco de hip hop. Y la última es la de Guery, un ladrón que sólo quiere salir para volver a robar.
4 años demandó la producción de San Antonio, una magnífica propuesta boliviana.
20.000 dólares costó el documental,  pagado con recursos propios y un fondo de coproducción argentino.

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