Evo for ever Paulovich

Evo for ever
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Cuando se realizó en Cochabamba el congreso político del Movimiento Al Socialismo (MAS), mi audaz colaboradora cochabambina me propuso un plan para introducirnos subrepticiamente en ese evento, el cual rechacé con mi habitual timidez diciéndole: “No fui invitado a esa reunión privada y yo, de esa parte, soy muy delicado”.



La cholita, visiblemente contrariada, me miró de arriba abajo diciéndome: “No sabía que usted fuera delicado de esa parte, o de otra cualquiera, lo que pasa es que tiene miedo. Y yo soy una valerosa cochabambina, descendiente de las Heroínas de la Coronilla”. Y se dirigió al congreso del MAS, al cual se introdujo como ‘coladora’, alegando ser la esposa de uno de los comandantes de las FFAA de Bolivia, que aceptaron con mucho gusto y placer participar de esa reunión política del partido gobernante.

A los dos días, mi comadre Macacha abandonó las deliberaciones de esa importante reunión política para contarme emocionada que había estrechado las manos del presidente Evo y de los dirigentes más importantes del MAS y de las FFAA y que todos se confundieron en un abrazo para celebrar alborozados la ratificación de Evo Morales como jefe de ese partido y virtual candidato a la Presidencia en las elecciones de 2014.

Como vi que mi pariente espiritual había retornado fatigada de su hazaña periodística, le pregunté si no deseaba pasar al cuarto de baño para lavarse las manos, respondiéndome la emocionada cholita: “No pienso lavarme las manos durante una semana después de haber estrechado las ‘hands’ de Evo Morales y de hombres tan ilustres del MAS y de la jerarquía militar”.

Luego, mirando sus manos como si estas fueran dos blancas palomas, me dijo entornando sus ojos chaskañawis: “Evo será presidente por un segundo periodo”. Mi memoria constitucionalista trató de corregir su apreciación y le manifesté que si Evo gana sería presidente por tercera vez, aclarándome la cholita: “Es que la primera vez no vale y no debe ser contada porque entonces éramos la República de Bolivia y ahora formamos el Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico. Además, compadre, su opinión no me importa porque el presidente del Tribunal Constitucional es íntimo amigo de Evo”.

Mi comadre se hallaba entusiasmada y en el colmo de su enamoramiento masista –que yo sé que se le pasará– me expresó gritándome en la oreja: “Evo for ever”, que según su propia traducción quiere decir: “Evo para siempre”.

Como me pareció que ella había sido embrujada, llamé a mi amigo el yatiri Wayruru para que me ayudase en el desembrujo, aconsejándome que tratara a mi comadre con delicadeza y que la llevara a pasear, especialmente por los mercados de La Paz, Cochabamba y El Alto, donde conversando con el pueblo se daría cuenta del desencanto popular respecto a Evo, el MAS y los comandantes de las FFAA de Bolivia.

Espero que mi comadre recobre la razón y vuelva a lavarse las manos para estrechar las mías.
 

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