Medea, la “bárbara”, de botas y lentes oscuros
LUPE CAJÍAS04/04/2012 Es posible que el personaje de Medea sea el más atractivo para los elencos teatrales desde hace más de dos mil años porque de alguna forma resume la historia de la humanidad.
La artista sucrense consigue lo que muy pocos: mantener el silencio absoluto en todo el teatro, donde nadie se atreve a moverse, a toser, a estornudar. Gestos concentrados en el rostro, mientras las manos acompañan y desde el cuerpo se descubren como dos mitades, los pechos desnudos de hembra y de madre y la mancha de sangre, de madre, de hechicera y de asesina; una sombra que envuelven su figura, patética y grandiosa.
Es posible que el personaje femenino de Medea sea el más atractivo para los elencos teatrales desde hace más de dos mil años porque de alguna forma resume la historia de la humanidad y lo hace en la estructura más elocuente: el héroe ambicioso y perverso que emprende un viaje; la amante misteriosa y extranjera, capaz de todo por amor; la conquista guerrera que une y desata; el triángulo amoroso, la muerte y la venganza.
Elementos dramáticos que cuadran perfectamente con el estilo del director de teatro Diego Aramburo, quien participó en este VIII Festival Internacional de Teatro de La Paz con dos clásicos: Hamlet y “Medea Material”. Esta obra de Eurípides es recreada por el alemán Heiner Müller, dramaturgo cada vez más presente en los escenarios bolivianos.
La propuesta escénica de Aramburo fue estrenada en el último tramo del FITAZ en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez y la participación del público no llenó las butacas. Igual sucedió en otros espacios, probablemente no tanto por la falta de entusiasmo como por ser fin de mes y los precios de las entradas no permitieron asistir toda la semana.
Pese a ese obstáculo, se reeditó la buena acogida de los paceños. Este director es uno de los activos permanentes en el FITAZ, junto a la evolución del elenco cochabambino Kiknteatr. El estreno de “Feroz”, “Tierra”, “Transparente” marcaron una línea de trabajo que gusta a críticos y a espectadores. Hace dos años mostró su primer interés por Medea.
“Medea Material” descansa sobre las formas más caras a Aramburo: laberintos y espacios amplios y negros; gases y velos blancos en contrapunto con la bisutería y los trajes oscuros; música en vivo; el desnudo femenino, insinuado o total; la violencia del hombre contra la mujer y la sangre. Además aprovecha herramientas adicionales como videos, voces grabadas y una cámara que reproduce la escena en vivo, en primeros y primerísimos planos.
La Medea es hechicera, se casa con quien ama y para ello traiciona a su patria, a su padre y a su hermano y pronto descubre que el héroe, Jasón, es ambicioso, cruel. Vuela el velo de novia y junto a él toda ilusión. Aramburo se concentra en la relación de ella con Jason, incluso en el texto, y deja para algunas insinuaciones aisladas a esa Medea forastera que representa a los migrantes en la historia del mundo. Mujeres que conciben para hombres ajenos a su sangre, mestizos, que tardan por generaciones en ser aceptados.
Destacaron también las otras actrices y el equipo técnico.
(ANF)
Medea, la “bárbara”, de botas, lentes oscuros y solera plateada. Y es sobre ella, sobre la que se resuelva el planteo dramatúrgico. Lía Michel, extraordinaria, dialoga con ella, con Jason y con su destino, por 20 minutos, casi tartamudea, repite las palabras extrañas en su lengua de extranjera.
La Paz, 4 Abr. (ANF) -
