Artesanos de La Paz y El Alto.

Una tienda reúne el talento de 80 artesanos
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En sus manos reside la destreza y el talento. Al combinar una gama de colores y aplicar diferentes materiales nativos, 80 artesanos exponen desde hace tres meses el fruto de su trabajo en la tienda Colores de mi tierra, con gran éxito.


10/06/2012   Repartidos en 13 grupos, estos artistas son especialistas en diferentes rubros. Sean tejidos con lana de alpaca, muebles de hierro forjado, adornos en cerámica, carteras de aguayo o accesorios de cuero, todo tiene un sello de exclusividad y alta calidad.
“Los diseños de nuestros productos son únicos y nacen de la creatividad e imaginación de los mismos artesanos”, dice Óscar Rocha, presidente de la Asociación Chacha Warmi (que significa “hombre-mujer”), la que reúne el talento de estos artesanos de La Paz y El Alto.

Para ellos, la imaginación no tiene límites. Chompas, hebillas, aretes, mochilas, billeteras, lámparas, mesas, manillas, mantas, llaveros, individuales y vajillas adquieren color e identidad en cada diseño.

Su trabajo es, además, una creación constante que se va perfeccionando, hasta lograr prendas y accesorios innovadores que sólo es posible encontrar en su tienda ubicada en la calle 21 de Calacoto, de la zona Sur.

Y para quienes prefieren productos exclusivos, también realiza trabajos a pedido y personalizados, “según el gusto de cada cliente”.

“En esta tienda los mismos artesanos tenemos un contacto directo con los clientes, ofreciendo productos hechos por nuestras manos y a menor precio”, destaca la artesana Candelaria Tuco, integrante del grupo Ajayu.

Al ingresar a la tienda, una amplia oferta de accesorios destaca por sus formas, colores y el minucioso detalle con que fueron realizados.

Marcela Gutiérrez, del grupo Bocaisapo, dedicado a la elaboración de carteras en cuero y aguayo, indica que inicialmente la tienda estaba dirigida al público extranjero, pero que desde su inauguración se sorprendieron por la gran cantidad de clientes nacionales que reciben al día.

“Esto nos demuestra que hay gente que valora mucho el trabajo artesanal y de calidad en nuestro país”, agrega.

Y aunque inicialmente la producción que realizan en la Asociación Chacha Warmi sólo satisface la demanda del mercado local, pero no descartan la idea de exportar su mercadería a otros países que aprecian este tipo de artesanías.

Rocha destaca que todos los productos tienen el reconocimiento de excelencia para artesanía, otorgado por el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad.

No obstante, algunos de los grupos, como Alma de los Andes, exportan de forma independiente a los gigantescos mercados de Estados Unidos y Canadá desde hace tres años.

Con los sueños asentándose de a poco, estos artífices no descansan en su proceso creativo para otorgar a sus clientes una serie de obras elaboradas por manos bolivianas, que van directamente del productor al consumidor.

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