Destino Bolivia, regiones escondidas en fotos

Alain Mesili, el explorador
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Abrió más de 150 rutas para escalar los Andes en Bolivia, muestra en un libro de imágenes las regiones más atractivas pero desconocidas del país.


06/07/2012   A orillas del río Yata, en Beni, aún el trueque es más importante que el dinero. En las montañas altas, si se tiene suerte, todavía se puede ver a un cóndor real alzar el vuelo para adueñarse del cielo altiplánico. 
Ésos son sólo dos parajes enigmáticos de un país que aún guarda atractivos por descubrir y que son develados en las fotografías tomadas por el referente del andinismo en el ámbito internacional, Alain Mesili, en el libro Destino Bolivia.

    Una expedición que duró dos años y en la que se recorrió de ocho a 10.000 kilómetros muestra tres regiones de Bolivia: las altas montañas andinas, el Madidi y la Amazonia, además de los llanos de Santa Cruz, retratadas por aire, tierra y agua. Este trabajo se plasmó en 200 fotografías para mostrar nuevos lugares y dar a conocer un país que tiene una infinidad de paisajes naturales que impactan a propios y extraños.

    Lugares como el macizo de Chaupi Orcko, en la frontera entre Perú y Bolivia; el socavón aurífero de Flor de Nevado en Apolobamba y la laguna Hedionda en Lípez, entre muchos otros, son parte de Destino Bolivia.

    El explorador francés, nacido en 1949 y nacionalizado boliviano, es autor de varios libros sobre montañismo. Mesili afirma que hay pocas publicaciones que muestren una Bolivia desconocida y que revelen algunas facetas secretas que guarda en su geografía, en su gente y su historia.

    “Tenemos muy pocos libros fotográficos en Bolivia y si los tenemos son lugares que ya conocemos. Con el libro estoy tratando de reflejar aquello de lo que no se tiene tanto conocimiento”, dice el explorador.

    Las fotografías de Destino Bolivia, que fue publicado por Editorial Gisbert y Cía. SA, son además el resultado de una nueva tecnología en la que no sólo interviene la tinta, sino un software que mejora la calidad, las tonalidades y los contrastes de las imágenes. Llamada 4FX, es utilizada por Artes Gráficas Sagitario.

    Exploraciones con llamas

    Mesili es el único guía que se anima a llevar llamas a sus expediciones en la selva como parte de su equipo.

    Muchas veces, a punta de machete, vivió crepúsculos y ocasos buscando las fotografías ideales para su libro. Eso pasa cuando un explorador y el mundo de la fotografía se encuentran.

    Durmiendo en hamacas en el oriente o dentro de una carpa en Sud Lípez, caminando por días y navegando en balsas precarias por el río Tuichi, el francés buscó imágenes de parajes poco conocidos. “Soy un antropólogo de la imagen”, asegura.

    Y eso se ve reflejado en páginas que muestran al suri, el avestruz andino, vistas aéreas de ríos amazónicos y de nevados legendarios como el Tuni Condoriri.

    “No sólo de política vivimos...”

    “Todos respiramos política, pero no sólo de política vivimos. El país también necesita transmitir y admitir que hay cosas bellas. Yo nunca dejo de descubrir Bolivia. Con cada viaje conozco algo nuevo, me maravillo una vez más de detalles que muchas veces se encuentran en la cotidianidad”, asegura este hombre, que es parte fundamental de la historia del montañismo en Bolivia y que ha abierto alrededor de 150 rutas turísticas andinas.

    Mesili visitó lugares a los cuales tardó semanas en llegar.

    Otros recorridos le tomaron más de un mes, por ejemplo, cuando navegó por el río Madidi.

    Una paciencia única le permitió fotografiar osos y jaguares. Este explorador, que ha sido guía de montaña en varios países del mundo, piensa a veces que “ir al Himalaya puede ser más fácil que hacerlo a alguna parte de Bolivia”. Con todo, Bolivia es uno de los pocos países de Sudamérica que aún conserva grandes extensiones de naturaleza.

    Difusión de una Bolivia única

    Para el gerente de la Editorial Gisbert, Antonio Schulczewski, las publicaciones que muestran atractivos turísticos de Bolivia representan un 11 % de la producción global. “Queremos mostrar a Bolivia a los turistas para que deseen visitar nuestro país, pero también para que los mismos bolivianos descubran el gran potencial de invertir en sus propios atractivos”, comentó.

    “Creo que no nos hemos dado cuenta de que las fotografías son historia”, concluye Mesili.

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