El cantautor español se destacó.
No sabía lo que le esperaba, pero el público paceño acogió al cantautor Ismael Serrano con calor, haciéndole peticiones de canciones y emocionándose con sus temas clásicos, en un espectáculo de casi tres horas.
26/08/2012 A 30 minutos de la hora prevista para la apertura del Café de los Recuerdos, a la entrada del Teatro 16 de Julio se apiñaban vendedores de discos: los 15 años de trabajo de Ismael Serrano se vendían compilados en un DVD a tan sólo Bs 10. Adentro, en la boletería, algunos rezagados compraban su entrada: ya quedaban pocos asientos libres en el anfiteatro (a Bs 150), mientras que la platea estaba a medias.
Poco después de las nueve de la noche, hora del concierto, la gente comenzó a silbar ante el escenario con mesas vacías e instrumentos huérfanos de músico. Unos 20 minutos después, un barman se puso detrás de la barra del café, Jacob Sureda se sentó frente al teclado y Javier Bergia se preparó para acompañar al grupo con la percusión, la guitarra española y los coros.
La música comenzó a sonar y, de pronto, por la izquierda del escenario, apareció Ismael Serrano barriendo el piso del Café de los Recuerdos, vestido con atuendo de mesero y cantando Semana, una de las piezas de su último trabajo, Todo empieza y todo acaba en ti.
El frío del teatro se compensó con el calor de los aplausos, los “bravo” y las peticiones del público, al que Serrano y Bergia hicieron reír con sus bromas y sus historias, en las que no faltó un guiño a la altura: “¿Tú te imaginas venir de luna de miel a La Paz? Sería el suicidio más hermoso”, le comentó el cantante.
Entre los asistentes predominaban los acentos español, argentino y boliviano. A unos y a otros les recordó que, hace unos años, España era lugar de emigración de miles de latinoamericanos. Ahora la situación se revirtió y son sus compatriotas los que salen en busca de oportunidades. A todos les dirigió alguna de sus frases mezcla de reivindicación y poesía.Teatro. En el Café de los Recuerdos, Bergia interpretó a un desempleado y su cruda realidad. Mezclando ésta y otras historias, Serrano, en el rol de uno de los propietarios del local, introdujo casi cada canción. Sus palabras arrancaron risas, palmas y nostalgia entre sus seguidores.
El madrileño no defraudó: actuó durante cerca de tres horas ininterrumpidas en las que sonaron guitarras, teclado, acordeón y hasta un charango, en la alternancia entre sus nuevas canciones y las ya clásicas, y sus mensajes. “Nada está escrito para siempre. Despierta”.
HistoriaNacimientoIsmael Serrano nació en 1974 y creció en Vallecas, barrio madrileño de tradición obrera. IniciosCarreraComenzó tocando en una red de circuitos de bares, en los 90. GiraGiraContinuará por Argentina y España. Tras esta primera vez, espera volver a Bolivia.