En vísperas del nuevo siglo, un brujo chiriguano publicó Diez profecías para el siglo XXI. Nueve ya se han cumplido: 1) seguirá saliendo el sol; 2) descubriremos la pólvora; 3) no habrá más bloqueos; 4) desaparecerá el analfabetismo; 5) habrá más analfabetos; 6) la risa será obligatoria; 7) la lluvia caerá de arriba abajo; 8) Bolivia seguirá pidiendo una salida al mar; y 9) Chile seguirá negándosela.
No tenemos mar ni costas, ni puerto, pero tenemos barcos navegando por los siete mares con pabellón boliviano. Uno de ellos ha sido ‘pescado’ transportando petróleo (¿cuánto ha cobrado el Gobierno por esta operación?). Algo podría decirnos el Dr. Fausto Lanchipa, experto en Derecho Tributario, reciclado como jefe de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (DERM), encargado de demandar a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya y ante las asambleas que convoque la OEA. Al tomar posesión del cargo, el Dr. Lanchipa dijo: “Es un alto honor, una tarea delicada y de trascendencia especial, un privilegio para todo boliviano que ama a nuestro Estado” (Página Siete, 09/11/11).
Conste que el Dr. Lanchipa declaró amar al Estado Plurinacional, pero no dijo nada de amar a la República de Bolivia, que fue la que sufrió el despojo en la Guerra del Pacífico.
En la XLII Asamblea de la OEA que se llevará a cabo del 3 al 5 de junio, en Cochabamba, se hablará de todo, menos del Parque Isiboro Sécure. Se hablará de la reivindicación marítima, sin considerar que el secretario general de la OEA es chileno, y no un chileno cualquiera. José Miguel Insulza fue canciller de Chile (1994-2000), ministro del Interior de Chile (2000-2005) e intentó inútilmente ser candidato socialista a la Presidencia de Chile. ¿Alguien cree, por ventura (Encalada), que el señor Insulza puede ser árbitro del partido Bolivia versus Chile?
Después del aciago Día de Todos Santos de 1979, cuando el canciller Guillermo Bedregal disolvió la Asamblea de la OEA, reunida en La Paz, y mandó a los delegados con la música a otra parte, poco podemos esperar de estas reuniones continentales. De todos modos, es previsible que los delegados chilenos y peruanos lleven consigo el Tratado de 1929 para taparnos la boca. En esas circunstancias, lo mejor que podemos hacer en honor de nuestros ilustres visitantes es servirles un matecito de coca, iniciarlos en el acullico, llevarlos de excursión a Chapare y preparar dos desfiles: 1) el de Miss Litoral y las ‘misses’ ganadoras del Premio Nacional de Cultura Eduardo Abaroa; y 2) el de los ponchos rojos por las calles de Tiquipaya, localidad inmortalizada por el autor de las teorías sobre los pollos y la Coca-Cola. ¿Acaso los ponchos rojos no desfilaron marcialmente en Santiago de Chile al grito de “¡Viva Chile!”, mientras la presidenta Bachelet intervenía en campañas electorales y referendos, apoyando sin disimulo al candidato Evo? ¿Acaso no enarbolaban la ‘wiphala’ en vez de la bandera tricolor boliviana?
Aide-mémoire. En el banquete de inauguración y a sugerencia del ‘maître’ Choquehuanca se servirá el menú especial Retirada de Camarones: entrada de papalisas al horno, regadas con chicha, cosecha 1879 / sopa Melgarejo de papalisas gualaichas a la coña marinera / silpancho a la Hilarión Daza con puré de papalisa / Y de postre, torta de la abuela de Abaroa, bañada en confitura de papalisa. Verán cómo los comensales no echarán de menos el viagra. // Madrid, 20/04/2012. |