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ROCK El local de Sopocachi se ha convertido en un ícono de la ciudad en estas dos décadas de impulso al rock nacional.
01/12/2012 Un día como hoy, hace 20 años, el rock boliviano encontró una nueva y esencial guarida en La Paz. Ubicado en el 2191 de la avenida Sánchez Lima de Sopocachi -luego de un par de cambios de residencia-, el Equinoccio es, cada fin de semana, centro de reunión de rockeros, metaleros, bluseros y trovadores, entre otros.
Toda esta comunidad, músicos y fans, celebrará hoy el aniversario al son de banda de rock fusión Wara, que subirá al escenario del Equi a las 22:00.
Toda esta comunidad, músicos y fans, celebrará hoy el aniversario al son de banda de rock fusión Wara, que subirá al escenario del Equi a las 22:00.
“Creemos que esta banda, de alguna forma, simboliza la historia del rock boliviano y el Equi a su manera, quizá desde otro ángulo, también simboliza esa historia”, afirma Ricardo Zelaya, propietario del popular templo rockero.
“El Equinoccio es un lugar muy importante para el ambiente rockero pues no sólo da espacio al rock convencional, porque también se identifica con bandas como Wara, que han recuperado el folklore nacional”, opina Nicolás Suarez, tecladista. “Es un honor y un gusto estar presentes en el festejo”, agrega.
Wara lleva 40 años experimentando la fusión del folklore nacional con el rock progresivo y otros géneros.
Quienes acudan al festejo -personas que vieron nacer el local o que crecieron con él durante estos años- escucharán éxitos como Collita, Illimani, Wara, Esperanzas y otros clásicos de los legendarios músicos paceños.
Un compromiso con el rock
Durante los 20 años de apoyo al rock nacional, el Equinoccio se ha reinventado reiteradas veces para mantener su vigencia como el local ícono de este género.
“Hemos mantenido un compromiso con la música que queríamos ofrecer. No nos hemos dejado arrastrar por modas pasajeras. Hemos tratado de mantener una línea”, asegura Zelaya.
De esta forma, el pub ha cultivado un público fiel. “La gente que le gusta escuchar cosas diferentes, que aprecia verdaderamente la música y no solamente la baila y la escucha como fondo de otras actividades, puede sentirse muy bien en el local”, agrega el propietario.
Aunque el local se haya posicionado como rockero, Zelaya afirma que “han permanecido abiertos a todas las expresiones culturales importantes durante estos 20 años”. La tarea no ha sido “nada fácil”.
“El movimiento underground reclama cuando se ponen en agenda bandas más comerciales”, dice. Asimismo, “cuando ponemos cosas under, quienes gustan de las expresiones más ligeras o más comerciales del rock creen que el boliche se ha vuelto un espacio para la gente que viste de negro”.
Estos 20 años de celebración representan también dos décadas del arduo trabajo de varias personas. Por ello, Zelaya agradece la colaboración de Ximena Morales, quien comenzó como administradora del local y terminó siendo socia. “Fue una pieza fundamental en el crecimiento del Equi”.
También mencionó nombres como el de Boris Araníbar, quien estuvo a cargo del pub los últimos tres años, y a su hermano Omar y a Marco Soria. “Sin ellos no hubiera sido posible la permanencia del Equinoccio”.
De acuerdo con Zelaya, “el Equi no va a definir su propuesta por si es under, rock, folklore o pop. Va a tratar de manejar un discurso de calidad. La gente que asista al pub tendrá la absoluta seguridad de que sea cuál fuere el género que vaya a escuchar va a ser un género de alta calidad y muy bien interpretado”.
“Atajo ha dado su primer concierto en el Equinoccio, entonces, es como parte de nuestra historia”.
Panchi Maldonado
“El Equinoccio es el único lugar donde se mantiene vigente el rock nacional, el más importante”.
Simón Luján
“Siempre ha tenido sus puertas abiertas para el rock. Nos ha permitido tocar desde el comienzo”.
Christian Krauss