El Conservatorio exhibe sus talentos

En busca de la licenciatura

La Razón
Los 105 años de creación del Conservatorio Plurinacional de Música se celebraron ayer en una feria, donde alumnos y maestros de las 24 carreras de la institución mostraron cómo se preparan para ser músicos. Hoy aspiran a la licenciatura.



19/08/2012   El arte le ganó al frío y decenas de alumnos del ‘Conser’, como se refieren los estudiantes a este establecimiento, ejecutaron su repertorio y enseñaron al ocasional auditorio que se dio cita en la plaza Camacho cómo es que se forman y cuáles son sus aspiraciones.
“Para nosotros no es un hobby y muestra de ello es la calidad musical que obtenemos al estudiar en el ‘Conser’. Para mí la música es una profesión”, asegura Fabricio Nava, estudiante de Batería, que tiene 20 años y asiste al establecimiento desde los nueve.

Aspira a ser licenciado, aunque por ahora el Conservatorio sólo los titula como técnico superior.
La primera feria de la institución sirvió para presentar cada carrera que se imparte. La de Piano apeló a la bicoloridad de los osos panda, semejante al de las teclas del instrumento, lo que atrajo a los niños.
La de Canto Lírico presentó a sus estudiantes en graderías y deleitó con diversas interpretaciones.
Además de invitaciones lúdicas a introducirse en el mundo de la música, también hubo un miniconcierto de la Orquesta Juvenil, que ejecutó a Brahms y la banda sonora de El señor de los anillos.

“Con esta actividad, la población puede conocer y experimentar el valor de los instrumentos y conocer a detalle cada carrera”, explicó Oldrich Halas, director del Conservatorio. El maestro expresó el deseo que tienen de poder entregar títulos a nivel licenciatura en un plazo próximo. Para ello, dijo, trabajan con el Ministerio de Educación para desarrollar una nueva malla curricular.

El Conservatorio tiene 1.550 estudiantes que llevan materias como Psicopedagogía de la música, Armonías, Lenguaje musical, además del instrumento elegido.

Randolph Ríos, director de la Orquesta Juvenil, es exalumno de la institución y reconoce que la labor de enseñar y aprender no es sencilla, “pero es lindo trabajar con estos niños y adolescentes que ya tocan de verdad”.

Ofreciendo sus corazones
De Ricardo Bajo
Dos horas y 16 canciones de un jazz-funk exquisito, sublime. El cuarteto argentino del tecladista Javier Lozano acompañado por el bajista Guillermo Vadalá, el saxo-clarinete Juan Manuel Alfaro, el baterista Pablo González y el crédito local Rodrigo Villegas en la guitarra lograron lo imposible: enmudecer el Equinoccio del barrio de Sopocachi.
Vadalá y Lozano regalaron su virtuosismo en el bajo y el teclado ante una buena representación de los músicos paceños y aficionados que se frotaban los ojos: esto no está pasando. En los seis primeros temas: Hancock,  Francis, Dos pasos y La llamada, entre ellos, la batuta la llevó El Negro Lozano. La  entrada del Grillo Villegas interpretando con el cuarteto dos temas de su autoría: Sigo mi camino y un Alas coreado por el público hizo pensar por un momento que el quinteto hubiese hecho música juntos toda la vida entera. Después del Grillo show, le tocó el turno a Vadalá con un sesión frenética y febril del mejor funk y groove. Palabras mayores. El bajista de Fito Páez y Spinetta se perdió en su genialidad junto a un Lozano puesto de pie sobre su teclado.
La yapa magistral sobre las dos de la madrugada llegó con una versión instrumental —el color de la noche— de Yo vengo a ofrecer mi corazón y un amago de Muchacha, ojos de papel. La noche en la que el “Equi” hizo silencio, el Flaco daba vueltas por ahí.


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