Rey de España mata elefantes inpunemente
El Mundo- 16/04/2012 La polémica se ha instalado en el seno de la Casa Real española, después de que se confirmara que la operación de cadera a que fue sometido el rey Juan Carlos se debió a una lesión durante una cacería de elefantes en África.
En la madrugada del jueves, el rey se tropezó con un escalón de la vivienda y sufrió una caída que le fracturó la cadera derecha en tres fragmentos, según ante la prensa el doctor Ángel Villamor, quien ha dirigido la intervención quirúrgica. El cirujano comentó a EFE que dado que el rey ya padecía artrosis en dicha cadera, que le causaba “molestias al caminar”, se aprovechó la intervención para colocarle la prótesis, además de reconstruir la cabeza del fémur fracturada en tres partes y que habían provocado “un estallido de la zona más alta del fémur”. Para recomponerlo, usaron una serie de alambres especiales de cerclaje.
Tras sufrir la caída, el rey Juan Carlos fue tratado con analgésicos por el médico del Palacio de la Zarzuela que siempre le acompaña en sus desplazamientos.
Tanto el aparato en el que regresó a España como el que viajó a África eran privados, según informaron fuentes militares. El avión no era medicalizado, como se rumoreó en un primer momento, y el rey viajó sentado, según confirmó el doctor Ángel Villamor en Madrid.
Aunque la Casa del Rey no confirmó las circunstancias ni el motivo del viaje, se pudo saber posteriormente que Juan Carlos se desplazó a Botsuana para practicar la caza mayor y esa misma noche, en el campamento, sufrió la caída que le provocó la fractura, por lo que tuvo que regresar a España después de ser asistido por su médico personal. La noticia se mantuvo en secreto durante 48 horas por precaución.
Rechazo republicano
“Es un despropósito que el rey viaje a cazar elefantes mientras el país atraviesa por un momento muy delicado de crisis financiera”, opinó Joan Tura, de Esquerra Republicana de Catalunya.
Ayer, cientos de personas reivindicaron en Madrid la III República contra los “recortes” laborales y sociales y el incumplimiento de la Constitución. Los manifestantes gritaron contra la monarquía, el rey, la dinastía reinante, Iñaki Urdangarin, la Iglesia Católica, los banqueros y los gastos militares y de las casas reales. Al término de la manifestación se leyó un manifiesto en que se reprobó a los Borbones y sus “gastos dispendiosos”.
